Ecología fluvial y pesca eléctrica
En el medio acuático, al igual que en otros ámbitos, se concentran muchos usos e intereses habitualmente contrapuestos, como es el caso de los que tienen por objeto la utilización del agua para usos humanos, frente a los que tienen como base la conservación del estado natural de los ríos. Sin embargo en el medio acuático esta disyuntiva resulta más acusada debido a la fragilidad de los procesos ecológicos. En los últimos años, impulsado por la Directiva Marco del Agua (DMA) se han llevado a cabo esfuerzos importantes para compatibilizar los usos de las masas de agua, con el objeto de alcanzar su buen estado ecológico.
Escalas para peces y continuidad fluvial
La continuidad fluvial o franqueabilidad es uno de los aspectos básicos para el mantenimiento de los procesos ecológicos en los ríos, como es el remonte o descenso de peces migradores (salmón atlántico, trucha común o la anguila, entre otros). La continuidad fluvial de nuestros ríos se ha visto muy alterada por la construcción de presas y azudes para abastecimiento, industrias, centrales hidroeléctricas, etc.
ocasionando una reducción considerable del hábitat disponible para las especies.
En ADRA somos especialistas en el diseño, proyecto y dirección de obra de escalas para peces de diferentes tipologías: paso rústico, vertederos, escotaduras, ralentizadores o Denil, rampas de rocas, ascensores; así como en el diseño de soluciones para evitar daños durante la migración descendente de las especies. Un caso específico son los pasos para anguilas.
El diseño de estos dispositivos requiere una rigurosa caracterización hidráulica del obstáculo (caudales, niveles, velocidades, etc), así como del comportamiento biológico de las especies objetivo en cada caso (épocas y caudales de remonte, puntos de remonte, etc.). Esto permite analizar las alternativas más adecuadas teniendo en cuenta además otros condicionantes existentes, como puede ser el caudal ecológico, la compatibilidad con otros usos, el riesgo de furtivismo, la accesibilidad, criterios constructivos y ambientales, o la necesidad de incluir mecanismos para la gestión piscícola (trampa o capturadero, contador de peces, etc.), entre otros. Para el diseño de las escalas se utilizan aplicaciones desarrolladas por ADRA y software de simulación hidráulica, que permiten el ajuste a las condiciones específicas del obstáculo.
Tras su construcción, es conveniente realizar un seguimiento de la efectividad de la escala de peces para verificar su correcto funcionamiento o, de lo contrario, incluir los ajustes necesarios. Con este fin, ADRA realiza esta evaluación mediante la seguimiento de diferentes parámetros hidráulicos (niveles, caudales, velocidades, saltos, etc.) o biológicos (observación directa, grabación subacuática, marcaje de peces, muestreos de poblaciones, etc.).
Para evitar daños durante la migración descendente de ciertas especies (principalmente esguines y anguilas) en captaciones y centrales hidroeléctricas, puede ser necesario disponer a su entrada de barreras físicas (rejilla, filtro, etc.) o comportamentales (barreras acústicas, eléctricas, luminosas o pantallas de burbujas) que impidan o minimicen la deriva de ejemplares hacia la captación, facilitando a su vez el paso descendente por el obstáculo.
Ofrecemos, en asociación con otras empresas especializadas, soluciones integrales para la continuidad fluvial, que incluyen: evaluación del obstáculo, estudio de alternativas, diseño de la solución óptima, tramitación de licencias y permisos, ejecución de la obra, puesta en servicio y verificación del correcto funcionamiento del dispositivo, con la emisión del correspondiente informe, así como la vigilancia y mantenimiento del buen estado de uso durante su vida útil.
Seguimiento de poblaciones de peces
Los inventarios piscícolas permiten conocer el estado de las poblaciones de peces en un momento dado, así como su evolución en tiempo, a efectos de determinar la gestión pesquera óptima o para el seguimiento de la eficacia de determinadas medidas o actuaciones llevadas a cabo en el medio acuático, como puede ser la repoblación, la construcción de una escala, etc. Normalmente los inventarios de peces los realizamos mediante pesca eléctrica, aunque según las circunstancias también se emplean redes, tresmallos, trampas, etc.
e incluso mediante buceo y conteo directo. Cada ejemplar capturado es identificado a nivel de especie, tomándose los datos biométricos requeridos según el objetivo del inventario: peso, longitud, estado sanitario, sexo (si es factible), así como cualquier otra observación que se considere relevante en cada caso.
Otro método es el marcaje de peces, que permite conocer los desplazamientos de los ejemplares a lo largo de su ciclo de vida. Existen diversas técnicas disponibles, como la implantación de marcas visibles externas, que requieren la recaptura del ejemplar, o sistemas de telemetría que permiten la detección automática y a distancia del ejemplar. Estas tecnologías ofrecen multitud de oportunidades para el conocimiento de nuestras poblaciones de peces y su comportamiento ante determinadas circunstancias.
Asimismo podemos llevar a cabo el seguimiento de peces, sin necesidad de realizar capturas, mediante la instalación de contadores de peces o cámaras de visión subacuática, dispuestos en escalas o pasos estrechos, los cuales permiten registrar el paso o/y estudiar el comportamiento de peces en su medio o ante obstáculos.
Caracterización y mejora del hábitat
Son diversos los índices o indicadores empleados para evaluar la calidad de los ecosistemas acuáticos, muchos de ellos desarrollados para la determinación del estado/potencial ecológico de las masas de agua según lo establecido en la Directiva Marco del Agua. Dichos indicadores se pueden clasificar según su naturaleza. Los indicadores de tipo físico-químico miden la calidad de las aguas en función de parámetros como la turbidez, oxígeno disuelto, pH, etc. Los índices hidromorfológicos, por su parte, hacen referencia al régimen de caudales, las propiedades del sustrato, la morfología del cauce y riberas, etc.
mediante índices como el de diversidad de hábitat (IHF) o el de la alteración hidrológica (IAHRIS). En cuanto a los parámetros biológicos, analizan aspectos de las comunidades biológicas, como la fauna piscícola, vegetación de ribera (índice de calidad del bosque de ribera, QBR), macroinvertebrados (Iberian Monitoring Working Party, IBMWP, o índice Average Score Per Taxon, IAPST), macrófitos, fitoplancton, zooplancton, diatomeas, etc.
Otro de los aspectos básicos en ecología fluvial que deben evaluarse al objeto de caracterizar una masa de agua son los caudales ecológicos, que son aquellos que permiten alcanzar el buen estado ecológico y mantiene, como mínimo, la vida piscícola que de manera natural habitaría en el río, así como su vegetación de ribera. Para la determinación del régimen de caudales ecológicos se siguen normalmente métodos de modelización de hábitat mediante la metodología IFIM (Instream Flow Incremental Methodology), la cual analiza las diferentes condiciones hidráulicas que se producen en un cauce al variar los caudales circulantes, relacionando además las curvas de idoneidad de hábitat en función de la profundidad, velocidad y sustrato para las especies seleccionadas y obteniendo finalmente una relación entre el hábitat potencial útil (HPU) para la especie y el caudal circulante (Curva HPU/Q). Estos análisis se realizan mediante software de modelización que permiten la simulación hidráulica e incorporan la metodología IFIM, como son el Rhyabsim (1D) o el River 2D.
A lo anterior puede añadirse, en función del alcance y objetivos del estudio, la evaluación de otros aspectos como es la identificación y seguimiento de áreas de freza de salmónidos, etc.
A la vista de los resultados de la evaluación se establecerán, en su caso, medidas y acciones de mejora del hábitat, como puede ser la restauración de la vegetación de ribera, limpieza de frezaderos, formación de refugios, diversificación de microhábitats, creación de pozas o remansos, etc.
Rescate de peces y pesca eléctrica
La ejecución de obras en los ríos, así como el vaciado de embalses y canales de centrales hidroeléctricas para la realización de tareas de mantenimiento, supone una afección probable a la fauna acuática que habita en dichos espacios. Como medida preventiva las autoridades ambientales suelen exigir para evitar daños a las especies, el rescate de peces de la masa de agua afectada y su traslado a otro lugar no afectado.
En otras ocasiones es necesaria la captura de peces para su translocación a zonas que han sufrido un daño, con el objeto de repoblar dichas aguas, o incluso la captura de reproductores para la obtención de material sexual de reproducción para futuras repoblaciones.
También puede ser necesario el descaste o eliminación de especies invasoras presentes en áreas sensibles, que pueden resultar una amenaza letal para las especies autóctonas.
ADRA cuenta con medios y personal experimentado para la captura, rescate, manejo y traslado de peces con múltiples objetivos. La metodología de trabajo consiste normalmente en la captura mediante pesca eléctrica o bien mediante el empleo de redes o nasas. El traslado lo realizamos en cubas de transporte dotadas de un sistema de aireación, según los casos que así lo requieran, lo cual nos permite realizar traslados a media-larga distancia en busca de los sitios más idóneos para su suelta, siempre según las indicaciones del órgano competente.
Piscicultura
La repoblación de peces (huevos o alevines) es una de las medidas habituales para la mejora o recuperación de las poblaciones naturales, o bien para el reforzamiento de poblaciones con destino a su pesca deportiva. El proceso comienza con la cría (o cultivo) de ejemplares en piscifactorías o centros ictiológicos, que serán liberados al medio natural una vez alcancen el tamaño o desarrollo adecuado.
Las piscifactorías son muy similares a las de producción comercial (para consumo humano), si bien presentan algunas particularidades, debido a que su objetivo básico es la cría de ejemplares con unas características y comportamiento lo más parecido posible a los ejemplares salvajes, que les permitan tener más probabilidades de sobrevivir en el medio natural una vez liberados.
Las piscifactorías requieren en primer lugar, como condición básica, contar con un recurso continuo de caudal en cantidad y calidad adecuada para el mantenimiento de todas las fases de desarrollo del pez, siendo las más limitantes las fases huevo o alevín. Dichas instalaciones son complejas y requieren un diseño muy estudiado, que permita asegurar el aporte ininterrumpido de caudal a todas las unidades de cultivo, en unas condiciones ambientales adecuadas a cada fase de desarrollo del pez, y permitiendo a su vez un fácil manejo/mantenimiento por parte del personal del centro.
Para el correcto funcionamiento de estos centros, además de contar con unas instalaciones adecuadas, resulta esencial una gestión y manejo adecuado de las mismas, basado en multitud de pequeños detalles, esenciales para el éxito de la misma. Es por ello que la gestión y manejo de una piscifactoría debe realizarse por personal muy especializado y comprometido con el proyecto; buena parte del éxito o fracaso de una piscifactoría recae en el buen hacer del personal al cargo de la misma.
ADRA cuenta con amplia experiencia en el diseño (proyecto) y ejecución (dirección de obra) de piscifactorías tanto de nueva construcción como remodelación de instalaciones existentes, principalmente dirigidas a la producción de salmónidos (trucha común y salmón atlántico) para su suelta. También contamos con amplia experiencia en la gestión de instalaciones de piscicultura con destino a repoblación, abarcando desde la definición, optimización y automatización de operaciones y procesos, hasta la gestión integral de las mismas.
Ordenación y gestión piscícola
La gestión de la pesca deportiva tiene por objeto el aprovechamiento de un recurso renovable, como son los peces objeto de pesca, de acuerdo con criterios racionales y sostenibles que permitan el mantenimiento de las poblaciones en el tiempo. Requiere por tanto de una adecuada ordenación y planificación mediante la elaboración de planes de diferente ámbito, alcance y denominación (plan de ordenación piscícola, plan técnico de pesca, etc.), resultando imprescindibles para cotos de pesca intensiva y aguas privadas.
Como en la ordenación de cualquier recurso natural, la ordenación piscícola requiere conocer el estado y dinámica de las poblaciones de peces objeto de aprovechamiento, normalmente mediante muestreos con pesca eléctrica. También es básico determinar la potencialidad del medio (o capacidad biogénica) para sostener una población determinada, que se estima de acuerdo con las condiciones del hábitat acuático. Por último, es necesario conocer las características del aprovechamiento (deportivo) real, lo cual se suele realizar mediante encuestas a los pescadores, bien a pie de río, o por medios indirectos.
ADRA cuenta con experiencia en la ordenación piscícola de poblaciones naturales así como en aguas de pesca intensiva o reforzada.