Ámbitos

Medio ambiente

Se refiere este “ámbito” al entorno de aquellas actividades de cierta magnitud o escala, fundamentalmente industriales y de grandes infraestructuras, en la medida que puedan afectar a las condiciones de vida para el ser humano.

Medio rural

El medio rural comprende aquellos espacios modelados durante décadas por los usos tradicionales agroganaderos y que aún hoy permanecen en activo, manteniendo un paisaje de cierta naturalidad. Dichos usos requieren -no obstante- la dotación de nuevas infraestructuras, las cuales deben ser integrados en el territorio sin menoscabar otros valores.

Ámbitos

Medio urbano

En un intento de hacer más habitables las ciudades, éstas han ido incorporando cada vez más elementos “naturales”, en forma de espacios verdes o arbolado, que configuran un “ecosistema urbano” particular, cuya gestión requiere de los conocimientos propios de la botánica y la arboricultura, aunque con importantes condicionantes derivados de su ubicación en plena urbe.

Esto ha propiciado, a su vez, el establecimiento de numerosas especies de fauna, que conforman ecosistemas -urbanos- de notable biodiversidad, lo cual ofrece una gran oportunidad para el acercamiento de los habitantes al conocimiento de nuestra riqueza natural.

Medio físico

Abarca disciplinas como la geología, geomorfología, topografía, hidraúlica, etc, para describir el medio como soporte físico de todas las actividades y procesos, tanto naturales como de origen humano, por lo que su estudio tiene vital importancia en el conocimiento y manejo de la práctica totalidad de dinámicas que en él se dan, naturales o no.

Ámbitos

Medio natural

Entendido lo “natural” como aquello que no ha sido modificado o alterado por el hombre, es evidente que, al menos en nuestro entorno más próximo, no existen espacios naturales como tal, sino únicamente elementos de naturalidad que han sido capaces de convivir o sobrevivir a las transformaciones hechas por el hombre.

A la vista de la creciente capacidad de transformación humana, es cada vez más necesario y urgente la adopción de medidas para la conservación de las especies y ecosistemas que conforman nuestro patrimonio “natural”.

Medio forestal

Nuestros bosques, además de una las principales expresiones de naturaleza, son fuente y recurso de multitud de bienes y servicios: oxígeno, agua, madera, celulosa, leña, resina, hongos, frutos, protección, abrigo, pasto, paisaje, etc; imprescindibles para nuestro desarrollo y que, por tanto, han de ser gestionados de forma sostenible, para asegurar su conservación como fuente de recursos y patrimonio natural.

Ámbitos

Medio acuático

Las masas de agua -naturales o artificiales- conforman ecosistemas de notable interés, dada su importancia ecológica, fragilidad y concentración de presiones antrópicas; sin obviar el valor del agua como recurso vital para el hombre.

En él se mezclan aspectos pertenecientes a otros medios -natural, ambiente y físico-, aunque con notables singularidades, lo que justifica su tratamiento como medio específico.